Clorinda Teodora Besozzi había llegado a Bella Vista durante 1906 -una niña de 18 años- recién graduada de la Escuela Normal Nacional “Justo José de Urquiza” de su ciudad bonaerense de Mercedes, para vivir en adelante apegada a un paisaje natural que la apasionaba y a una comunidad que le brindó admiración y respeto. Desde entonces ella ocupó la dirección de la Escuela Nro 3, que se constituyó en el ámbito en el que se desarrolló toda su obra.
Su amor por el lugar, le hizo sobrellevar la desolación por los grandes descampados y las penosas incomodidades de la falta de un servicio de luz. Había abandonado en su ciudad natal el bienestar de su casa paternal, que aún hoy se conserva como la sede de “La Casa del Niño”.
Bella Vista fue para ella el fin de todos sus sueños. El cargo directivo, su elemento de tarea y una realidad docente que colmó de satisfacciones el resto de su vida.
Desde entonces, la Escuela se sumó al ambiente lugareño con reuniones vecinales, clases públicas, exposiciones de trabajos, conferencias, actividades culturales y festejos. En ese establecimiento cursaron los hijos de bella vista de todos los niveles y se brindó a sus padres, mucha generosidad, ayuda y consejos. La Unión Comunal, que estableció allí su sede, fue una aliada en una gran tarea cívica .
El árbol, su gran pasión. Su prédica por el cultivo no tuvo atenuantes. La Sociedad Rural Argentina y la Sociedad Forestal del país, la llamaron “la plantadora de árboles”. Vivió pregonando su defensa y el amor por las plantas. “Las Fiestas del Árbol” que organizó en la calles de Bella Vista en 1915, 1917 y 1919, revistieron el acontecer de los grandes hechos.
Su obra, en favor de la educación y la cultura, no tubo límites.
En el años 1951, se le otorgó su nombre a la calle que pasa frente a la que fuera su Escuela. También en Mayo de 1985 se llamo “Maestra Clorinda Munzón” a la Escuela Nro 87 de San Miguel.
Su vida honró el que hacer educativo y demostró el amor por su pueblo adoptivo.
Falleció el 17 de enero de 1944 en su residencia “Mi sueño” de la calle O`Higgins 653 de Bella Vista.
Su amor por el lugar, le hizo sobrellevar la desolación por los grandes descampados y las penosas incomodidades de la falta de un servicio de luz. Había abandonado en su ciudad natal el bienestar de su casa paternal, que aún hoy se conserva como la sede de “La Casa del Niño”.
Bella Vista fue para ella el fin de todos sus sueños. El cargo directivo, su elemento de tarea y una realidad docente que colmó de satisfacciones el resto de su vida.
Desde entonces, la Escuela se sumó al ambiente lugareño con reuniones vecinales, clases públicas, exposiciones de trabajos, conferencias, actividades culturales y festejos. En ese establecimiento cursaron los hijos de bella vista de todos los niveles y se brindó a sus padres, mucha generosidad, ayuda y consejos. La Unión Comunal, que estableció allí su sede, fue una aliada en una gran tarea cívica .
El árbol, su gran pasión. Su prédica por el cultivo no tuvo atenuantes. La Sociedad Rural Argentina y la Sociedad Forestal del país, la llamaron “la plantadora de árboles”. Vivió pregonando su defensa y el amor por las plantas. “Las Fiestas del Árbol” que organizó en la calles de Bella Vista en 1915, 1917 y 1919, revistieron el acontecer de los grandes hechos.
Su obra, en favor de la educación y la cultura, no tubo límites.
En el años 1951, se le otorgó su nombre a la calle que pasa frente a la que fuera su Escuela. También en Mayo de 1985 se llamo “Maestra Clorinda Munzón” a la Escuela Nro 87 de San Miguel.
Su vida honró el que hacer educativo y demostró el amor por su pueblo adoptivo.
Falleció el 17 de enero de 1944 en su residencia “Mi sueño” de la calle O`Higgins 653 de Bella Vista.
Fuente: Eduardo Ismael Munzón
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