Una pianista de 102 años murió de hambre y sed al quedar sola y sin ayuda, después de que su hijo mató de un balazo a su mujer y se suicidó en una vivienda del barrio Hogar obrero.

El caso fue descubierto ayer, aunque el crimen y suicidio ocurrió hace unos 10 días, mientras la anciana murió hace tres. Todo ocurrió en una vivienda de Paraguay al 2000 de Bella Vista, donde el dueño de casa, Osvaldo, de 66 años, vivía con su madre, una pianista de 102 años, y con su concubina, Sandra, de 53.
Debido a la falta de respuestas ante los reiterados llamados telefónicos de los familiares de las víctimas, la Policía entró al lugar con un cerrajero y encontró muertos a todos los habitantes del domicilio. Al analizar los cuerpos, los agentes de la comisaría 2da. de Bella Vista y de la Policía Científica determinaron que la mujer presentaba golpes de vieja data y un tiro en el pecho, mientras que el hombre tenía un balazo en la boca.En tanto, la anciana estaba muerta en su cama, pero no presentaba ningún tipo de lesión. Según la reconstrucción realizada por los detectives a partir de las pruebas halladas en la casa, el hombre habría atacado a su mujer con un balazo en el pecho y luego de comprobar su muerte se suicidó.
Según establecieron los agentes, el sujeto ya había atacado con golpes a la mujer en otras oportunidades. Los informantes indicaron que, según la autopsia, la anciana de 102 años murió por deshidratación y falta de alimentación al quedar sola con los cadáveres de su hijo y su nuera en el lugar. El caso es analizado por policías de la Distrital San Miguel, quienes se entrevistaban con los familiares de las víctimas para confirmar los datos y las posibles circunstancias del caso.

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