Morir de pie
"Con gran tristeza cerraron los pesados portones y metieron llave, dejando detrás 45 años de historia. Las aulas del colegio Don Jaime, por donde pasaron tantos habitantes de Bella Vista, se llamaron a silencio. Devorado por insolubles problemas económicos, el colegio no pudo resistir a pesar del esfuerzo de los ex alumnos, los padres y el personal docente que lucharon hasta último momento y que tuvieron la gran pena de cerrar sus puertas.
"Su trayectoria fue muy importante en todo sentido y no sólo en el intelectual, ya que la formación ética y religiosa privó desde el principio y se extendió durante toda su larga vida; prueba de ello son las muchas vocaciones que fueron conformándose al amparo de sus claustros. El amor a las artes fue uno de los tantos sueños que se cumplieron y que abarcaron notablemente la música y el teatro. Además, fue semillero de pequeños jugadores de rugby, cuando el Club Regatas de Bella Vista dejaba atrás el remo para volverse a esos chicos que, vestidos con la camiseta naranja del colegio, iniciaban una nueva etapa que llevaría al club a ser subcampeón de primera.
"Fue muchísimo lo que dio a esta comunidad desde sus inicios, cuando mis hijos iban pedaleando en sus bicicletas por las calles de tierra pobladas de quintas que era Bella Vista en ese entonces. Tantos sueños, tantas anécdotas, tantas cosas que fuimos viviendo y que ahora, dolorosamente, pasan a ser un agridulce recuerdo. Y bueno, habrá un antes y un después, y los valores básicos que nuestros hijos recibieron en aquello que ya es pasado no podrán reemplazarse nunca, pero los que tuvieron la suerte de formarse en sus principios, en su mística, en su espíritu, llevarán siempre en su corazón y en su mente la felicidad de saber que son ex alumnos del Don Jaime."
María Angélica L. A. de Córdoba
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Qué importante! 'Se formaron jugadores de Rugby'... Cero difusión de nuestra cultura. Palabras como 'tango' o 'folklore' era como escuchar Arameo...Colegio Facho si lo hubo!
Celebro que haya cerrado. Me llevó años de vida desintoxicarme de las barbaridades sociales que viví en esa primaria.
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