Acusaciones enfrentadas e insultos era lo que ayer más resaltaba en la esquina de Saliqueló y Roque Pérez, en el barrio Barrufaldi, de Bella Vista. AllÃ, la noche anterior, una suboficial de la PolicÃa bonaerense —de 22 años— mató a balazos a un chico de 16 años que, dicen, habrÃa entrado a robar en un almacén de su familia.
A las 9 de la noche del martes un tiro resonó en esa esquina, a cuatro cuadras de la estación Barrufaldi, en el partido de San Miguel. Gabriela Jerez (suboficial de la PolicÃa bonaerense) estaba hablando por teléfono en la casa de su familia, que ocupa toda la esquina. Salió por la puerta de la casa de dos pisos, pintada a la cal, y caminó hacia la esquina. Dicen que del almacén de su mamá —da sobre la calle Roque Pérez— vio salir a alguien.
Lo que pasó después, ayer dividÃa a la gente de este barrio de calles de tierra, a tres cuadras de la ruta 8.
"El chico le disparó dos veces a mi prima", dijo Erica, pariente de la mujer policÃa. "Entonces me contaron que ella le dio la voz de alto y disparó. Los familiares lo llevaron a la salita y ahà murió."
Minutos antes, "El Chaio" —como conocÃan al chico en el barrio— habÃa entrado al local de persianas metálicas pintadas de azul de la familia Jerez. "Pidió un kilo de pan y Walter —el hermano de la policÃa— se lo dio. Entonces, el pibe sacó un revólver y le disparó a la pierna", dijo Erica.
Doce horas después de haber recibido el disparo, Walter (de 18 años) estaba internado en el Hospital de San Miguel.
Según testigos, el martes a la noche, en el local, además de Walter, estaban su mamá y el padrastro de la mujer policÃa. Una de las versiones dice que el chico les sacó la máquina registradora que, después, habrÃa quedado tirada en la calle.
Pero, ayer a la mañana, la familia del chico muerto desmentÃa parte de la historia. HabÃan llegado hasta lo de los Jerez caminando las dos cuadras que separan sus casas. Adentro estaban Gabriela y parte de su familia. Afuera estaban los hermanos menores del chico muerto, varios amigos de "El Chaio" y una de las tÃas.
"Cuando este chico estaba en el piso, vino la hermana, agarró el revólver que tenÃa en la mano y disparó dos veces hacia el negocio", habÃa contado un familiar de Jerez. "Después se fue con el arma".
"Es todo mentira", decÃa una de las hermanas. "Mi hermano no entró a robar; vino a comprar pan y lo mataron como un perro. Después de haberle disparado, la mujer policÃa lo pateó", afirmó.
Rosa Debiaggi es la tÃa del chico. En la madrugada, cuando nadie les decÃa dónde estaba Chaio y a la madre la mandaban del hospital de San Miguel al de Bella Vista, fue ella quien —según contó— rompió los vidrios de esa salita de primeros auxilios.
"Yo sola rompà la puerta de la salita. Recién ahà —a las 2 de la mañana— el médico me dijo que mi sobrino estaba muerto".
Vestida totalmente de negro, incluido un pañuelo en el cuello, la mujer decÃa: "Con mis ojos yo no vi nada, pero yo quiero saber la verdad; que la Justicia determine si vino a robar y si lo mató por la espalda, como dicen los vecinos".
Con un buzo negro y mostrando su flequillo corto, una de las hermanas del chi co aclaraba: "Hay testigos que cuentan que vieron que mi hermano levantó las manos cuando Jerez le dio la voz de alto y que le decÃa no me tirés, no me tirés. Pero lo mató como un perro. Asà te vamos a matar a vos, yegua", gritaba como si hablara con Jerez. "Además, la PolicÃa arregló todo; echó arena donde cayó herido y el padre de Jerez le tiró la caja registradora al lado para decir que era un robo".
En la esquina, desde la mañana, habÃa dos camionetas de la Jefatura Departamental de San MartÃn estacionadas. Seis suboficiales custodiaban la casa en donde estaban la mujer policÃa y su familia. En el barrio se notaba la tensión. A la noche varias piedras habÃan caÃdo sobre el frente de la casa de los Jerez. Y desde todas las casas se veÃa gente asomada para observar a los periodistas que se acercaban hasta el lugar. "Digan la verdad", gritó una mujer. "¿Cuál verdad?", contestó otra. Más tarde, custodiada por la PolicÃa, la familia Jerez se mudó, llevándose sus cosas.
"La mujer policÃa conocÃa a mi hermano desde chico, somos todos del barrio; hace 3 meses que se recibió de policÃa y ya salió a matar", repetÃa la chica. Mientras, otra vecina acusaba a la familia del muerto: "Son parte de ''La Barrita'', todos chorros", gritaba frente a los periodistas.
"A mis diez sobrinos los conocen todos en el barrio. Chaio tiene cuatro hermanos detenidos. Si salió a robar, que lo detengan, pero que no lo maten por la espalda", reclamaba Rosa Debiaggi.
"Yo no sé qué pasó", insitÃa la mujer, y agregaba: "Pero hay que ponerse en el lugar de uno... No era para matarlo asÃ: le podrÃa haber tirado a las piernas. Si ella llega a ser madre, va a saber lo que es el dolor de que te maten a un hijo."
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