Hallan armas y huesos humanos en la casa de un pai umbanda


La Policía cree que las armas eran alquiladas o vendidas a delincuentes. Y que los huesos fueron robados en un cementerio y usados para ritos de magia negra. Fueron detenidos el pai y su ayudante.
Los policías tenían el dato de que en una casa vendían y alquilaban armas. Cuando llegaron allí les llamó la atención que en el fondo funcionaba un templo umbanda. Revisaron todo el lugar y encontraron más armas de las que pensaban. Pero eso no era todo. Se enfrentaron a un hallazgo macabro: un esqueleto humano completo y 94 huesos más, también humanos.
Todo sucedió el martes a las once de la noche en una casa de Quirno 616 (casi esquina Guido Spano), en Bella Vista, partido bonaerense de San Miguel.
Fuentes policiales dijeron a Clarín que la Policía llegó al lugar por una investigación sobre venta y alquiler de armar ilegales a asaltantes. Sin embargo, la agencia Télam atribuyó el descubrimiento de las armas y los restos humanos a una investigación periodística llevada adelante por los productores de un programa de tevé.
En el lugar fueron detenidos dos hombres: Mario Gauna, de 35 años, y Joaquín Lierz, de 33. Según explicaron las fuentes en el momento de la detención, Gauna se presentó como "el pai" del templo umbanda, y el otro, como su ayudante.
El frente de la casa allanada es una construcción vieja. Las habitaciones estás despintadas y las paredes no tienen revoque. En la parte trasera montaron el templo: está bajo un gran techo de tejas a dos aguas, revestido en madera. Allí había un árbol. De su tronco colgaba una imagen, que según las fuentes policiales es conocida como "San La Muerte". Alrededor de esa imagen había una gran cantidad de velas negras encendidas.
En medio de una gran tormenta, la Policía comenzó a revisar el lugar en busca de las armas. "Las encontramos en una caja que estaba escondida detrás de un altar", contó un vocero policial.
Luego de revisar toda la casa, los policías advirtieron que uno de los detenidos había dejado estacionado frente a la casa un Fiat Uno. En el baúl, tapado con una bolsa de nailon, encontraron un esqueleto humano completo.
Entonces llamaron a los bomberos y a personal de la Policía Científica, que comenzaron a cavar en distintos lugares de la casa para ver si había más huesos. Luego de varias excavaciones hallaron enterrados en el patio un total de 96 huesos humanos, que conformarían parte de otro esqueleto y un cráneo.
Entre las armas secuestradas había dos escopetas —una Batán y una Itaka de caño recortado—, dos pistolas Colt calibre 45, una 22 y una gran cantidad de balas para esas armas. Además hallaron una granada FMK, de fabricación española, otra de gas lacrimógeno, un chaleco antibalas, dos camisas y dos pantalones similares a los uniformes que usa la Policia bonaerense.
Según los investigadores, los restos humanos encontrados en la casa habrían sido robados del Cementerio Municipal de Bella Vista. Y habrían sido usados para practicar ritos de magia negra. De todas maneras, los huesos fueron enviados al servicio forense para realizar pericias que permitan identificarlos.

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